Las alergias y las enfermedades alérgicas están causadas por una reacción exagerada del organismo ante lo que en realidad son sustancias inocuas, como la caspa animal, el polen, los alimentos, los medicamentos y los ácaros del polvo. Las reacciones inadecuadas del organismo a estos alérgenos se denominan reacciones alérgicas. Estas reacciones van desde el goteo o la obstrucción nasal hasta el lagrimeo de los ojos, pasando por picores, erupciones cutáneas y dificultades respiratorias. La reacción más extrema a un alérgeno se llama shock alérgico. Puede provocar un colapso circulatorio e incluso una parada cardiaca.

La purificación del aire es una solución a este problema y el uso de un purificador de aire puede eliminar más del 99,97% de los contaminantes nocivos. Un sistema eficaz de purificación del aire puede eliminar contaminantes tan pequeños como 0,3 micras, mejorando así la salud y reduciendo en gran medida los riesgos sanitarios.